¿HAS AYUDADO
A QUIENES NECESITAN CUIDADO?
Discierne tu llamado y sentido personal a través de experiencias de cuidado a otras personas.
Bienvenidos a “Todos son llamados”
Queremos ofrecerte compañía en tu peregrinaje de descubrimiento de sentido y propósito en la vida. Esa es la manera común en que llegamos a comprender nuestro llamado a través de nuestras vidas. Algunas veces descubrimos nuestro llamado a través de experiencias de gozo y celebración. Otras veces, lo hacemos a través de dificultades, desafíos o pérdidas. Muchos llegan a tener una comprensión y un propósito más profundos de sus vidas al descubrir su llamado. Ellos descubren a un Dios amoroso, misericordioso y generoso que los acompaña en su peregrinar durante toda la vida.
Te invitamos a explorar el llamado como “cuidador” en tres movimientos. Comenzamos con videos para entrar y experimentar, así como preguntas que presentan la posibilidad de encontrar un llamado hoy. Después nos vamos más profundamente a videos para conectarte y explorar, reflexiones y preguntas de discernimiento que proveen inspiración y guía para descubrir tu llamado. Tómate el tiempo necesario para reflexionar a partir de la canción, las Escrituras y la oración. Concluye mientras consideras tus próximos pasos con las sesiones para dedicarte y encontrar. Hemos incluido una lista variada de próximos pasos a seguir, incluyendo la posibilidad de conectarte con una comunidad de fe que puede ayudarte a descubrir y a vivir tu llamado hoy.
Entra y Experimenta
Encuentra sentido y propósito en la experiencia de cuidar a otras personas
Quizás comenzó de manera lenta. Tú visitabas a tus padres y comenzaste a preocuparte porque ellos vivían solos. O de pronto te encontraste teniendo más responsabilidades con relación a tu cónyuge. O estás asumiendo más y más responsabilidades en el cuidado de tus nietos porque tu hijo o hija no puede cuidarlos.
Quizás ocurrió de manera repentina. Mami resbaló y se fracturó la cadera. Los vecinos llamaron para decirte que tu papá anda vagando y parece perdido. Tu amado está gravemente enfermo. Como quiera que haya comenzado, tú eres ahora un cuidador.
Y no estás solo. Cada día, más de 65 millones de americanos se levantan de la cama y cuidan a sus seres queridos. Cerca de un tercio de la población adulta de Estados Unidos son cuidadores y proveen un promedio de 20 horas de cuidado a la semana – y algunos proveen cuidado las 24 horas del día.
En el libro de Rosalynn Carter, Helping Yourself Help Others: A Book for Carevigers / Ayudándote a Cuidar de Otros: Un Libro para Cuidadores, la ex primera dama cita a un colega que dice que hay solo cuatro tipos de personas en el mundo:
- quienes han sido cuidadores
- quienes son actualmente cuidadores
- quienes serán cuidadores
- y quienes necesitaran un cuidador
Mira las historias de personas que han descubierto su llamado como cuidadores.
Maria Eugenia
La historia de Kym
La historia de Junalyn
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Conéctate y explora
Encontrar una llamada como cuidadora/cuidador
La historia de Ken y Mary Margaret
Cuando a Ken le diagnosticaron Alzheimer, su esposa Mary Margaret luchó por orar, hasta que un médico la ayudó a confiar en Dios nuevamente.
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Explorando el cuidado como un llamado
“Ser cuidador me ha hecho una mejor persona. Yo pertenezco a la generación sándwich, es decir que cuido a mi pequeño hijo y a mis padres ancianos. Esta función me ha hecho pensar y apreciar cada simple momento de alegría. Y a veces tengo que trabajar duro para crear esos momentos, pero estos valen la pena. Mi hija y yo creamos el proyecto Give Back / Dar de vuelta, a través del cual documentamos un proyecto de servicio mensual para ayudar a otros en situaciones similares. Este mes estamos escribiendo cartas de agradecimiento. Yo estoy agradeciéndole al equipo del hospicio y mi hija está agradeciéndole a su abuela. El mes próximo recolectaremos muñecas bebé y edredones para llevarlos a pacientes sufriendo de demencia y así darles algo de comodidad.” (Steph Jackson, http://caregiversconnect.com).
Un llamado incluye responsabilidad y trabajo, pero también amor y cuidado. La pregunta de si tú entiendes o no el cuidado como un llamado es una lucha compleja, una que precisa reflexión cuidadosa con el tiempo.
Quizás tienes la idea de que Dios nos llama solo una vez, solo para un propósito. En realidad, es bueno decir que Dios nos llama muchas veces a través de situaciones y estaciones de nuestras vidas, y cada llamado nos desafía a crecer más de lo que habíamos anticipado o imaginado.
Este es con seguridad el caso de aquellos que se encuentran en la función de cuidadores. Al reflexionar en este reto (e invitación), es muy lógico buscar un significado más profundo en este tema.
Quizás tienes un poco de ansiedad o mucha curiosidad en cómo seguirá esto. Una cosa es segura. Una vez que tomas esta responsabilidad y consideras el cuidado de otros como un llamado, descubrirás una imagen de Dios que no habías experimentado antes.
¿Cómo puedes ver el cuidado de otras personas como un llamado?
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¿Qué significa este desafío para mí?
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¿Cómo cambia mis planes en la vida?
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¿Cuál es mi relación con la persona a quien estoy cuidando?
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¿Cómo afecta mi relación con otras personas?
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¿Quién es mi modelo o ejemplo a seguir?
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¿Qué está haciendo Dios en mi vida?
Profundizando: La alegría del ahora: El cuento de un cuidador por Phyllis Peters
A veces, el cuidado puede hacerse cargo de todos los aspectos de su vida. Phyllis comparte su experiencia cuidando a los cinco miembros de la generación mayor de su familia.
¿Cómo resuena la historia de Phyllis con la suya como cuidadora?
¿Cómo puede abrazar la alegría del “ahora” en medio de los desafíos y las demandas del cuidado?
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Descubrir
¿Cómo podría descubrir su vocación a través de la experiencia de brindar cuidados?
Mire el video Discernir el llamado de Dios, de Jennifer Haworth y luego hágase las siguientes preguntas. Haga clic en el botón en la esquina inferior derecha del video para subtítulos en español.
Discerniendo el llamado
Considera estas tres ideas mientras comienzas a discernir cómo Dios te está llamando hoy.
1. Presta atención a tu experiencia diaria y a lo que se mueve dentro de ti.
Dios está obrando en lo que te sucede diariamente – tus esperanzas, tus miedos, tus sueños, tu rutina. De esa forma Dios te invita a darte cuenta de lo que te provoca alegría, en qué eres bueno y de lo que otras personas necesitan de ti. Presta atención a la acción de Dios en tu vida.
2. Reflexiona sobre lo que has notado o identificado para que puedas comprender lo que te está guiando hacia una vida en abundancia y lo que no.
La comprensión se desarrolla a través de la reflexión, de tomar tiempo para ver los patrones que se repiten en tu experiencia, para así comprender su significado. La compañía fiel de otras personas en el peregrinar de la vida es esencial, especialmente cuando comienzas a notar e identificar la acción de Dios en tu vida, ya sea escuchando profundamente, viendo claramente o tomando decisiones sabiamente.
3. Toma acción basada en el amor acerca de lo que has aprendido.
El discernimiento no termina con estar conscientes de cómo tus experiencias te acercan o te separan de Dios. Eventualmente tú tendrás que decidir qué quieres hacer con ese conocimiento. ¿Cómo actuarás con relación a lo que has aprendido?
Todos crecemos en nuestros respectivos llamados si estamos dispuestos a reconocer la acción de Dios en nuestras vidas, a reflexionar sobre este accionar en oración personal y comunitaria, y a tomar acción basada en el amor a partir de lo que hemos aprendido.
Preguntas para el discernimiento
Tú puedes descubrir el llamado de Dios en medio de tu experiencia cuidando a otra persona. Considera estas tres preguntas:
- ¿Qué te apasiona? ¿Qué nueva energía ha emergido a través de su servicio a los otros?
- ¿Qué nuevos dones ha despertado Dios en ti? ¿Cómo Dios conectará tus habilidades y talentos de forma total?
- ¿Dónde tienes la mayor oportunidad de amar a otros y de servir al mundo? ¿Cómo sirven tu pasión y tus dones a otras personas?
Las respuestas a estas tres preguntas te ayudarán a discernir cómo tu experiencia de cuidado puede ser un llamado de Dios.
Toma tiempo para reflexionar a parir de canciones, las Escrituras y la oración
In Song: Your Labor is Not in Vain – Porter’s Gate
En las Escrituras: Una historia de cuidado
Una de las grandes historias bíblicas de cuidado es la historia de Rut y Noemí. Después que los hijos y el esposo de Noemí murieron en Moab, ella dejó ir a sus nueras para que regresaran a la casa de sus familias. Pero Rut se apegó a Noemí y se negó a dejarla. Su decisión de acompañar a Noemí fue un gran sacrificio. En vez de casarse otra vez en su propio pueblo, Rut dejó su tierra y fue a Israel como viuda, la categoría más baja en la sociedad. Y aún así, Rut fue diligentemente al campo y proveyó para ella y para su suegra. Este fue un acto de gran valentía de su parte, así como un ejemplo de amor sacrificado – cuidar por las necesidades de Noemí mientras su futuro dejaba de ser del todo seguro.
«¡No me pidas que te deje y me aparte de ti!
A dondequiera que tú vayas, iré yo;
dondequiera que tú vivas, viviré.
Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios.
Donde tú mueras, moriré yo,
y allí quiero que me sepulten.
Que el Señor me castigue, y más aún,
si acaso llego a dejarte sola.
¡Sólo la muerte nos podrá separar!»
(Palabras de Rut a Noemí en el libro de Rut, 1:16-17, Reina-Valera Contemporánea)
En las Escrituras: palabras de ánimo
No tengas miedo, que yo estoy contigo;
no te desanimes, que yo soy tu Dios.
Yo soy quien te da fuerzas, y siempre te ayudaré;
siempre te sostendré con mi justiciera mano derecha.
(Isaías 41:10, Reina-Valera Contemporánea).
Dios es nuestro amparo y fortaleza,
nuestro pronto auxilio en todos los problemas.
Por eso no tenemos ningún temor.
Aunque la tierra se estremezca,
y los montes se hundan en el fondo del mar;
aunque sus aguas bramen y se agiten,
y los montes tiemblen ante su furia.
(Salmo 46:1-3, Reina-Valera Contemporánea)
La paz les dejo, mi paz les doy; yo no la doy como el mundo la da. No dejen que su corazón se turbe y tenga miedo.
(Juan 14:27, Reina-Valera Contemporánea).
No se preocupen por nada. Que sus peticiones sean conocidas delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias, Y que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. (Filipenses 4:6-7, Reina-Valera Contemporánea).
¡Que el Dios de la esperanza los llene de todo gozo y paz en la fe, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo!
(Romanos 15:13, Reina-Valera Contemporánea)
En oración
Bienaventurados quienes cuidan y quienes no tienen miedo a mostrarlo. Ellos le harán saber a las personas que son amadas.
Bienaventurados quienes son gentiles y pacientes. Ellos ayudarán a las personas a crecer, así como el sol ayuda a los capullos a abrirse y florecer.
Bienaventurados quienes tienen la habilidad de escuchar. Ellos harán más ligera la carga de otros.
Bienaventurados quienes saben cómo y cuándo desprenderse de las cosas. Ellos tendrán el gozo de ver a las personas encontrarse a sí mismas.
Bienaventurados quienes no se alejan cuando algo no puede ser hecho o dicho. Ellos estarán presentes para proveer ayuda a través de su presencia. Ellos ayudarán a los que sufren a cargar lo que parece insoportable.
Bienaventurados quienes reconocen sus propias necesidades de recibir y quienes reciben con generosidad. Ellos podrán dar de una mejor manera.
Bienaventurados quienes dan sin esperar nada. Ellos darán a las personas una experiencia de Dios.
Una bendición para quienes cuidan
Que puedas ver con ojos tiernos las heridas de los que están ante ti.
Que puedas escuchar con oídos atentos las necesidades no dichas de quienes callan.
Que puedas sostener con manos gentiles los cuerpos y espíritus de aquellos a quienes cuidas.
Que la belleza del alma,
la fortaleza de espíritu
y la plenitud del ser
te guíen, te inspiren y te hagan ver tu propia
belleza del alma,
fortaleza del espíritu
y plenitud del ser.
Que puedas saber que así como tú cuidas por otros,
Dios cuida de ti, te ve y te sostiene tiernamente.
Amen.
(Esta es una traducción de la bendición que aparece en el libro Voices from the Journey / Voces del peregrinaje, de Sr. Juliana Casey, IHM. www.chausa.org/voices)
En reflexión diaria
- Busca un lugar tranquilo y acomoda tu cuerpo. Siéntate en silencio por algunos minutos e invita al Espíritu Santo a estar presente contigo y a aquietar tu espíritu.
- Pregúntate: ¿Por cuál momento del día estoy más agradecido? y ¿En qué momento me sentí más vivo hoy? Agradécele a Dios por estas bendiciones.
- Pregúntate: ¿Por cuál momento del día estoy menos agradecido? y ¿Cuándo sentí que perdí fuerzas y energías hoy? Ora por alivio y sanación.
- Agradécele a Dios por estar presente durante el día, en los buenos y en los malos tiempos.Reflexiona a partir de tu examen personal. ¿Qué notaste mientras orabas? ¿Qué sentimientos aparecieron y a qué partes de tu día estaban conectados esos sentimientos? Nota los patrones o elementos repetitivos que emergen mientras realizas esta práctica en lo adelante.
Dedícate y encuentra
Esperamos que continúes tu peregrinaje – creciendo en profundidad en tu sentido del llamado y encontrando maneras de vivir tu llamado cada día. Queremos ofrecerte nuestra ayuda y ánimo – además de algunas ideas que te pueden ayudar.
#1. Participar en la reflexión y la oración diarias.
Comience a utilizar la Reflexión diaria para concluir su día (al final de la sección Interactuar y explorar). Pruebe una o más de las siguientes aplicaciones para incorporar la oración a su vida diaria.
3-Minute Retreats – Tome un breve descanso para la oración y pase un momento de tranquilidad reflexionando sobre un pasaje de las Escrituras. Disponible en español e inglés.
Our Daily Break Devotional – Leído por millones de personas en todo el mundo, este recurso anima a las personas a pasar tiempo con Dios todos los días. Disponible en inglés y español.
Rezandovoy es una propuesta que invita a la vida interior. A la escucha personal del evangelio. A través de textos y músicas, de preguntas que animan al oyente a pensar por sí mismo, a preguntarse por Dios, a mirar al mundo con ojos creyentes. Con lenguaje de hoy y músicas diversas. Porque rezar es algo de todas las épocas, de todas las culturas, que tiene que ver con las búsquedas más universales. Doce minutos cada día para escuchar de camino al trabajo, en la tranquilidad de tu habitación, en medio del vértigo de cada día…De lunes a domingo, cada semana.
#2. Ten una conversación con “una compañía en el llamado”
Encuentra una relación significativa en quien puedas confiar – un miembro de tu familia, un amigo, un colega – a quien tengas como “compañía en el llamado”. Encuentra tiempo para una taza de café juntos o para una video-llamada. Comparte tu historia de descubrimiento de tu llamado a través del cuidado de otros. Comparte tus altas y bajas, los días buenos y los difíciles al descubrir y vivir tu llamado. Busca a tu compañía en el llamado regularmente y encuentra en él o ella el apoyo y el ánimo que necesitas.
#3. Busca un grupo de apoyo para cuidadores
Un buen grupo de apoyo a cuidadores puede ser una línea de apoyo que provee un lugar – en persona, por teléfono o por internet – para compartir sentimientos de forma confidencial, hacer nuevos amigos, y ayudar a navegar el sistema de salud y aprender de otros que han recorrido tu mismo camino. Chequea algunos grupos de apoyo organizados por congregaciones religiosas locales, organizaciones comunitarias, hospitales y centros de salud, etc.
AARP tiene una guía de grupos de apoyo a cuidadores en su sitio web.
El Family Caregiver Alliance ayuda a familias y amigos que cuidan a adultos que sufren de condiciones crónicas y discapacidad en todo el país.
También puedes encontrar (y crear) grupos de ayuda en tu localidad usando el sitio web y aplicación MeetUp. A través de esta conocerás personas, aprenderás cosas nuevas, encontrarás a otras personas cuidadoras.
#4. Busca ayuda y ánimo en una comunidad de fe en tu localidad.
Queremos animarte a considerar conectarte con una comunidad de fe en tu localidad. Esto te puede ayudar a descubrir y vivir tu llamado hoy. Las congregaciones son buenos lugares para encontrar un curso, asistir a presentaciones, participar en grupos pequeños de estudio y ayuda, involucrarte en el servicio a la comunidad y el mundo, y, por supuesto, adorar con una comunidad.
Para hacerlo más fácil, busca una comunidad de fe en tu área a través de la lista de iglesias que hemos creado. Busca en internet su sitio web para que aprendas más sobre sus ministerios y cómo están ayudando a las personas a descubrir y vivir sus llamados.
Tú puedes encontrar un lugar de bienvenida en una comunidad de fe que te ayude a vivir tu llamado en este momento de tu vida.